Este valle recuerda a la Ciudad Encantada de Cuenca. En ambos sitios, la acción de los elementos exógenos (osea, elementos que llegan desde fuera del valle), a lo largo de miles de años
y sobre unas rocas antiquísimas, ha creado formas inpresionantes.
A veces sus formas recuerdan a siluetas de personas o animales. En la imagen de la derecha hay una prueba de ello. ¿No parece esa roca una mujer cruzada de brazos?

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